
Hay un interrogante que plantea un reto inmenso para definir los procesos innovadores de las principales urbes de este lado del continente en los próximos años: ¿cómo hallar soluciones para la movilidad, a menudo caótica, de las ciudades latinoamericanas?
Tan solo en Bogotá, donde se estima que viven cerca de 8 millones de habitantes, menos de la mitad se sienten cómodos usando transporte público. Es más, muchos no dudan en expresar su percepción de que la movilidad de la ciudad empeora cada año.
Fenómenos como este, o como el aumento del número de motocicletas o la llegada de nuevas modalidades de transporte, no son exclusivos de la capital de nuestro país. Otras urbes latinoamericanas enfrentan problemáticas similares.
Bajo esta premisa se desarrolló este mes en São Paulo (Brasil) el evento Nissan Futures Latam, en el que la compañía nipona presentó sus avances y propuestas tecnológicas para los próximos años.
La visión de la empresa es la de ciudades donde los carros articulen su presencia para disminuir su impacto ambiental, así como para mejorar la movilidad y generar confianza en la vía. La fórmula para lograrlo: autonomía, electrificación y conectividad.
Juan Manuel Hoyos, director de Mercadeo de Nissan Latinoamérica, presentó las conclusiones de un estudio comisionado por la firma en Argentina, Brasil, Chile, Perú y Colombia, según el cual el 80 por ciento de los encuestados lamentan el grado de contaminación de su ciudad.
“El 86 por ciento cree que el tráfico se ha vuelto más pesado y el 55 por ciento por ciento se ha visto involucrado en accidentes de tránsito”. A pesar de eso, dice Hoyos, un 80 por ciento de los consultados son optimistas en cuanto a las posibilidades de mejorar realmente la movilidad y el 69 por ciento expresan que les gustaría tener vehículos autónomos, pues creen que es la solución ideal para aliviar la congestión y el tráfico de sus ciudades.