
Es el futuro, la revolución más grande en la industria automotriz desde la famosa línea de montaje del Modelo T de Ford, y nadie se quiere quedar atrás. Ni siquiera los más encopetados fabricantes de carros deportivos de lujo.
La semana pasada, durante el Salón del Automóvil de Detroit, Sergio Marchionne, presidente de Ferrari, anunció que la marca del ‘cavallino’ rampante fabricará un deportivo 100 por ciento eléctrico, dejando con la boca abierta a todo el mundo. ¿La razón? En el 2016, en el Salón de Ginebra, el mismo Marchionne había declarado lo siguiente sobre la posibilidad de un Ferrari con motor eléctrico: “Es un concepto obsceno para Ferrari. Me van a tener que disparar antes”. Y con igual determinación se había pronunciado su antecesor, Luca Cordero di Montezemolo: “Nunca verán un Ferrari eléctrico, porque no creo en los autos eléctricos y no pienso que representen un importante avance contra la contaminación”.
Marchionne mismo dio la explicación del ‘timonazo’ de su marca en una entrevista antes de la feria de Detroit, donde comentó que, para el 2025, menos de la mitad de los automóviles vendidos serán totalmente de combustión, ya que los híbridos, los eléctricos y las células de combustible mandarán la parada.